El proyecto parte de un profundo análisis acerca de la filosofía y los valores que definen la marca Deleito. Sus hamburguesas reivindican la emoción y la experiencia del buen comer a través de recetas originales y de calidad que, en palabras de la propia firma, te llevarán al cielo. Esa continua referencia a lo divino funciona como el gancho que guía la propuesta.
En ese sentido, se toma el mundo clásico como punto de partida. La inspiración recurre a elementos recuperados de la historia para aportar singularidad a la composición. La reformulación de elementos como el pórtico o la columna, toman importancia en conceptualización del espacio.
De este modo, el espacio, distribuido en dos plantas, es colonizado por un sistema de pórticos que se adapta a la geometría del local. Su orden estructurante cumple una doble función. Por un lado, ordena el espacio y establece una jerarquía que permite dividir programas. Por otro, aporta ese carácter rotundo y geométrico que, unido a su estética, convierte este gesto en una seña de identidad.
La masividad de este elemento dota al espacio de un nuevo orden y ofrece un especie de esqueleto que pasa a ser el elemento característico y distintivo de la marca. Su rotundidad llama la atención desde la propia calle y genera el reclamo que busca cualquier espacio comercial.
La combinación de materiales propone una paleta homogénea y uniforme. Los tonos grisáceos son aportados por el granito y el acero. También por el microcemento y el alicatado. Esta mezcla de materiales planos contrasta con la introducción del azul característico de la marca. Este toma un protagonismo sutil en elementos concretos como las barandillas.